“Creed 3” (2023)
Estoy bastante seguro de que cuando Sylvester Stallone tuvo la idea de Rocky en 1976, nunca habría imaginado que casi 50 años después estaríamos hablando de la novena película de esta saga. Lamentablemente, no todo es motivo de celebración.
“Creed III” es la primera de las 9 películas que no tienen a Sylvester Stallone involucrado de alguna manera, y aunque no lo creas, eso hace que se sienta diferente.
Michael B. Jordan hace un gran trabajo tanto delante como detrás de la cámara. Muestra mucho potencial y es obvio que ha aprendido mucho viendo trabajar a directores como Ryan Coogler. Tiene un gran control de la cámara y visualmente ha logrado capturar algunas tomas fantásticas.
El problema fue que no tenía la madurez y experiencia como director para rechazar algunas de las ideas que podrían no encajar en esta película en particular, como las cámaras lentas inspiradas en “Sherlock Holmes” y especialmente la pelea editada visualmente al final con el motivo de la cárcel de Jonathan Majors, que parecía fuera de lugar y como el trabajo de alguien que intentaba mostrar demasiado.
Delante de la cámara, Michael B. Jordan siempre tiene un carisma contagioso, pero tal vez debido a su doble trabajo, se sintió menos conectado a él. Estaba distraído y especialmente en las escenas con Tessa Thompson, la química no fue tan fuerte como en las películas anteriores.
Con Jonathan Majors, por otro lado, la química está presente desde el primer momento. Hay algo en Majors que es simplemente hipnótico; a veces parece fuera de lugar, como si no estuviera cómodo, pero sin que te des cuenta, crece y roba la atención de cualquiera en pantalla, y lo hace aquí de nuevo.
Las secuencias de acción y pelea son geniales, principalmente por el aspecto físico que Jordan y Majors traen a la pantalla, pero parecen menos orgánicas; se siente más coreografiado, todo es más bonito y hasta los montajes de entrenamiento, que son una parte importante de cualquier película de Rocky, con el uso de la música parecen un videoclip.
Así que me gustó más que la segunda película pero no tanto como la primera, y creo que todo se reduce a que Michael B. Jordan tuvo su primera oportunidad de mostrar todo lo que aprendió a través de todos los increíbles directores con los que trabajó, pero todavía no tenía la madurez para elegir lo que encaja mejor en esta historia en particular. Dicho esto, hizo un gran trabajo y muestra que podemos esperar mucho de él en el futuro.
Es una película divertida con algunas grandes actuaciones y escenas de acción, pero una vez más, como en muchas películas, terminaré diciendo que la mejor parte de ella es Jonathan Majors.
¿Has visto “Creed III”? ¿Qué te pareció?
¿Deberían continuar la saga de Creed?
Háganos saber en los comentarios.
