“Jaws” (1975)
Se nos retó a elegir una “Película que nos defina”, y nuestra mente se fue directamente a “Edward Scissorhands” porque, como relato de padre e hija, es probablemente la película con la que más conexión tenemos juntos. Sin embargo, el problema era que ya la habíamos analizado antes, y honestamente, aunque hizo nuestra relación más fuerte, nunca nos cambió.
Por otro lado, “Tiburón” (Jaws) sí lo hizo, especialmente para Big J, de muchas maneras diferentes.
“Tiburón” se estrenó en 1975, 4 años antes de que Big J naciera, y la vio por primera vez cuando tenía 12 años, es decir, 16 años después de su lanzamiento, y desde entonces nunca la ha olvidado.
“Tiburón” es la razón por la que no irá al mar por la noche o entrará en pánico si no puede ver el fondo; es increíble cómo escenas de la película simplemente comienzan a pasar por su mente; esto también afectó a Little J porque nunca se le permitió entrar en el mar por la noche, jajaja.
Pero los efectos de “Tiburón” son aún mayores si observamos nuestro amor por el cine. La forma en que “Tiburón” utiliza la cinematografía, el diseño de sonido, la comedia, la narración y especialmente las limitaciones que tuvo en mostrar al “monstruo” siguen siendo una lección para todas las películas que vinieron después.
Spielberg es un genio, y esta es probablemente la prueba más significativa de ello; cuenta una historia que podría ser muy simple, plana y sin impacto (las secuelas muestran exactamente cómo podría ocurrir eso), y la convierte en una obra maestra del cine.
“Tiburón” muestra cómo puedes contar todo lo que necesitas sobre un personaje y la trama sin tener que entrar en la exposición, y eso es algo que las películas de hoy deberían volver a aprender.
John Williams demuestra no solo en cada nota que compuso para esta película, sino también en los silencios, por qué es uno de los mejores compositores del cine, y la canción temática puede provocar escalofríos en solo unos segundos.
Bill Butler hace un gran trabajo al establecer el ambiente desde el principio con esa escena del atardecer donde nos puede dar una hermosa toma en la superficie que contrasta con el terror que se esconde debajo.
Roy Scheider, Richard Dreyfuss y Robert Shaw entregan actuaciones perfectas y demuestran cómo los actores pueden ayudarse mutuamente a elevar sus propias actuaciones, y esto sigue siendo nuestro estándar hoy cuando vemos algo así.
Por todo esto, “Tiburón” es el ejemplo perfecto de una película que nos definió; nos hizo no solo en cuanto a nuestra personalidad, sino también con nuestros gustos cinematográficos y cómo analizamos y creamos expectativas con respecto a la experiencia cinematográfica
¿Qué opinas de “Tiburón” y cuál es tu película favorita de Spielberg?
¿Qué película dirías que te definió?