“Infinity pool” (2023)
Es raro ver una película y seguir luchando por procesarla completamente 24 horas después, pero así es exactamente como me sentí después de ver “Infinity Pool”.
La segunda película de Brandon Cronenberg es una exploración audaz, grotesca, fascinante y provocativa de la brecha entre ricos y pobres, y una experiencia de horror visceral que te dejará sintiéndote incómodo mucho tiempo después de que se acaben los créditos.
En su núcleo, “Infinity Pool” es una película sobre el poder y el privilegio.
La élite adinerada en la película se representa como fría y calculadora, dispuesta a hacer lo que sea necesario para mantener su estatus y control, y está más que dispuesta a sacrificar su propia humanidad por el poder y la impunidad.
Por un lado, el horror corporal y las imágenes surrealistas son impresionantes, te llevan a un mundo extraño e inquietante donde nada es completamente lo que parece.
Los elementos de horror corporal de la película no son para los débiles de corazón, pero sirven para algo más allá del valor de choque.
La representación de la película del cuerpo humano como una mercancía es particularmente escalofriante en el mundo actual, donde estamos viendo el surgimiento de la ingeniería genética y la biotecnología que difumina la línea entre la ciencia ficción y la realidad.
La actuación de Mia Goth es destacable. Es vulnerable y amenazante al mismo tiempo, cada movimiento y expresión insinuando una oscuridad más profunda debajo de la superficie.
Sus escenas con Skarsgård son particularmente hipnotizantes, su química al mismo tiempo inquietante e hipnótica, llevándote más profundamente hacia la locura.
Pero lo que hace que “Infinity Pool” sea verdaderamente notable es su comentario social. A través de su trama retorcida y sus personajes extraños, la película satiriza la arrogancia y la prepotencia de la élite adinerada. Muestra cómo se ven a sí mismos como por encima de la ley e indiferentes a las consecuencias de sus acciones, dispuestos a sacrificar sus almas y humanidad por aún mayor riqueza y poder.
Si bien el enfoque no convencional de la película puede dificultar su seguimiento en ocasiones, al final todo se une en una conclusión inquietante y provocativa.
El talento de Cronenberg como cineasta brilla y está claro que no está contento viviendo a la sombra de su padre.
Si estás buscando una película desafiante y vanguardista que te haga cuestionar el mundo en el que vivimos, “Infinity Pool” es imprescindible. Pero ten cuidado: a pesar de sus muchas fortalezas, “Infinity Pool” no es una película que atraerá a todos. Su ritmo lento y su extraña estructura narrativa pueden decepcionar a algunos espectadores, mientras que la violencia extrema y el horror corporal serán demasiado para otros.
En conclusión, “Infinity Pool” es una película que desafía la fácil categorización. Es una película de terror, un comentario social, un thriller psicológico y una meditación sobre el poder y el privilegio, todo en uno. No siempre es fácil de ver, pero es una película que exige ser vista y discutida.
¿Qué piensas de “Infinity Pool”?
¿Has visto otras películas que te hayan dejado luchando por calificarlas?
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